Se fué el 2017 y llegó la Navidad... Las tiendas llenan sus estanterias de verde y de rojo, de luces, de regalos, recordándonos que el 2017 se está apagando, solo nos queda Diciembre, con la navidad, con ese tiempo de reflexión, donde quisieramos que el mundo se llenara de esa bondad que se comienza a respirar en el ambiente...
Más allá de lo que significa para los cristianos la navidad, esta fecha nos recuerda nuestra niñez, esos momentos cuando saliamos a patinar, cuando llegaban las gaitas y parrandas (música navideña), el frío llegaba junto a las celebraciones, a las luces que ponían en las casas, a los arbolitos de colores que cada hogar colocaba junto a los hermosos nacimientos, algunos enormes, con cascadas, con muñequitos que se movían al compás de la música. Los centros comerciales se esmeraban por estar bellamente decorados, las panaderias ofrecian panes de jamón y el olor a navidad se respiraba en todos lados...
La familia se reunia, papá ponía el arbolito y una chimenea de cartón que trajo de sus años de Stanfordla cual tenía perfectamente guardada todo el año para sacarla con orgullo en estas fechas, ahi colocaba cada una de las cinco botas que teníamos mis hermanas y yo, las cuales llenarian de chocolates el 24 en la noche y tambien el 6 de Enero día de los reyes magos... Todavía recuerdo la cara de papá poniéndole las luces al arbolito, la magía de esas fechas estaba por todos lados...
Las reuniones donde mis tios, el 24 y el 31, los regalos, algunos cheveres y otros no tanto, los fuegos artificiales, el ruido, la comida, el pernil, pavo, las hallacas y los dulces...
Hoy nada de eso existe... Solo un país en ruinas, con las familias divididas por la distancia, por el odio de una minoria que ha destruido un sistema de vida, una sociedad que era feliz pero que no lo sabia!
Un país que se convirtio en una nación de emigrantes, regados por el mundo, de gente luchadora, creativa y trabajadora, que no se doblega, que busca un porvenir... Que a pesar del tiempo y la distancia no deja que su acervo cultural muera por nada del mundo...
Quise hacer un mensaje de navidad mas elocuente, más alegre, sin embargo este 2017 lo encuentro con mi familia totalmente regada por el mundo, en Estados Unidos, España y Reino Unido... No hay en este momento ni una sola persona de mi familia cercana en Venezuela...
Pero solo esa mágia que tiene la Navidad puede lograr que cerremos los ojos, y que un olor, que un sabor o un pensamiento nos lleve a algún recuerdo de ese ayer, y lo vuelva a hacer vivo y ningún régimen socialista o dictatorial podrá quitarnoslo de nuestras mentes porque será muy pero muy nuestro...
Roberto Negretti Chalbaud